domingo, mayo 15, 2011

¡Más dinero para las pymes!



El ejemplo de Francia

La figura del mediador de crédito facilitaría la financiación que hoy se niega a muchas empresas.

En “La Vanguardia” de hoy domingo 15 de mayo de 2011 aparece un interesante artículo firmado por Jordi Goula, Licenciado en Ciencias Económicas y Filosofía por la Universidad de Barcelona y periodista de “La Vanguardia”. Durante doce años fue Director del Servicio de Estudios de Banca Mas Sardá. En la actualidad lleva 20 años en “La Vanguardia” como redactor de Economía. Coautor de dos libros “La sociedad del conocimiento y “La industria en España”. Es profesor de periodismo económico en el Master de Periodismo de la Columbia University.

D. Eugenio Egea Gaeta, Socio Director de EGEA ABOGADOS, entiende que se debería reinventar el proceso de solicitud del crédito, que hasta ahora lo capitaneaban los bancos, trasladando a otros profesionales de la intermediación para que en nombre de las empresas puedan tramitar convenientemente y conseguir la firma de esas operaciones crediticias, sea en la propia banca, o bien con otros actores financieros que puedan prestar capital privado.

Creemos que puede ser una gran aportación para todas aquellas empresas y autónomos que actualmente están solicitando líneas de crédito y financiación y se encuentran con la negativa de la banca de concederlas.


Nos dice Jordi Goula en su artículo que la eficacia de la figura del mediador del crédito, que funciona bien en Francia, reside en el hecho de que cada expediente es objeto de un examen individual detallado. Es un proceso simple, rápido, gratuito y totalmente confidencial.

El objetivo que persigue es salvar empresas y empleo, y acercar posiciones, sin poner en riesgo a nadie. La decisión vinculante obliga a la entidad financiera. Su mera existencia hace que muchos bancos se replanteen el análisis de expedientes para decidir un crédito.

Jordi Goula, en su artículo expone que a finales del mes de abril se conocían dos encuestas sobre la restricción del crédito a las pymes. Una, la del Consejo de Cámaras de Comercio, que apuntaba que el 87% de las empresas habían tenido dificultades a la hora de conseguir financiación bancaria en el primer trimestre del año, con el aumento de garantías requeridas como aspecto destacado. La otra, el Banco Central Europeo con referencia a los países de la eurozona, apuntaba a que en el segundo semestre del año 2010, sólo el 50% de las empresas españolas había obtenido los créditos solicitados, frente al promedio del 66% en la Unión Europea y el 79% de Alemania. Pocos días después, y por este orden, Alfredo Sáenz –consejero delegado del Banco Santander-, el Banco de España y el BBVA lanzaban el mensaje de que el crédito seguirá a la baja en los próximos meses. “España debe desapalancarse”, ese es el mensaje unidireccional de las entidades financieras. Bien, estamos muy endeudados, pero las empresas necesitan circulante, es lo que piden el 92% de las que acuden al banco. ¿Vamos a parar el país y destruir la red empresarial por el necesario desapalancamiento, por cierto muy asimétrico?.

En una reciente jornada del Colegio de Economistas, Josep González, presidente de Pimec, aseguró que un 30% de pymes y autónomos que han desaparecido en los últimos tiempos ha sido por motivos estrictamente financieros. ¿Dónde está el fin?

Para David Garrofé, secretario general de la Cecot, hay que actuar con urgencia; de hecho, ya se debiera haber hecho. “Una vez vemos que el sistema implantado en España con la financiación a través del ICO no funciona como sería de desear, hay que mirar qué se ha hecho fuera”. Y en la Cecot se han fijado en la figura del mediador del crédito que crearon en Francia a finales del 2008, con resultados más que aceptables. Tanto es así, que acaban de de renovar la figura por dos años más. El Gobierno francés dice que desde noviembre del 2008 hasta ahora se han salvado unas 14.000 empresas, con unos empleos cercanos a los 250.000. Garrofé ha extrapolado la situación de Francia a Cataluña y llega a la conclusión de que si se hubiera aplicado aquí, el impacto habría sido la consolidación de 2.500 empresas y salvar unos 40.000 empleos. “No es la panacea, por supuesto, pero sería una ayuda nada desdeñable para las pymes, sin coste para el contribuyente”.

Según Garrofé, para instaurar en Cataluña esta buena práctica se necesitaría la complicidad de todos los agentes implicados: Govern, entidades financieras y empresas. “La propuesta pasa por que el Govern lidere un pacto entre las entidades que quieran adherirse a este mecanismo y facilite la creación de una red. Esta red, que debe ser territorial, puede organizarse a través de las organizaciones empresariales ya existentes”, prosigue.

Hay que decir que Francia puso en marcha la figura del mediador del crédito, paralelamente a las ayudas al sector bancario, y condicionó desde el primer momento estas ayudas al compromiso de los bancos con el sector empresarial con una sola idea: tratar de garantizar que las empresas francesas no sufrieran una crisis crediticia que cuestionara su viabilidad y la de miles de puestos de trabajo. Es decir, el Gobierno de Sarkozy utiliza la mediación como instrumento de presión sobre los bancos para reconducir a la economía real los créditos que el Estado les da. “Esta es la clave”, apunta el secretario de la Cecot. “Los bancos, a cambio de esta inyección, se comprometen a realizar un acompañamiento más cercano en el desarrollo de un proyecto de crédito empresarial y valorar de forma preferente la viabilidad del mismo y del equipo emprendedor, por encima de los avales”.




Pero volvamos al planteamiento para Cataluña y de la patronal vallesana. “El mediador del crédito debería estar coordinado por las Conselleries d´Empresa i Economia, aprovechando las delegaciones territoriales de la Generalitat en las diferentes comarcas, con el soporte de los técnicos de la administración para evaluar los análisis técnicos que planteen los asesores”.

La propuesta de la Cecot plantea como estructura de la mediación un razonable equipo de diez mediadores, delegados por el Govern en las comarcas de Barcelona (siete), de Girona, Lleida y Tarragona (uno en cada una). El complemento estructural sería un entramado de redes socioprofesionales y empresariales en todo el territorio. “Se podrían movilizar 100 entidades empresariales y profesionales acreditadas para acompañar a las empresas que decidan iniciar un proceso de mediación, para ayudarlas a definir sus necesidades de financiación y a confeccionar el expediente de mediación”. Hay que decir que al mediador pueden dirigirse aquellas pymes que han visto rechazada su demanda de crédito en alguna entidad.

Por último, señala, que la mediación debería reunir a su alrededor los actores principales de la financiación empresarial, firmando diversos compromisos y acuerdos con bancos, aseguradoras de crédito e inversores de capital. ¿Cómo?. El procedimiento se explica a continuación:






LAS CINCO ETAPAS DEL PROCEDIMIENTO DE MEDIACIÓN

Según la propuesta de la Cecot, inspirada en Francia, el proceso de mediación del crédito se puede desarrollar en cinco etapas:

1.- Introducción del expediente vía on line. Alta a través de la Web del mediador.

2.- Admisión del expediente. En 48 horas, el mediador territorial se pondrá en contacto con la empresa para comunicarle si ha admitido a trámite, o no, el expediente.

3.- Información de los bancos. Se informaría a los bancos de la apertura de un proceso de mediación y dispondrán de cinco días para revisar el caso.

4.- Mediación: acercamiento de posiciones. Pasado el plazo de revisión por parte de las entidades financieras, el mediador local retomaría el contacto con los responsables de la empresa y los bancos para identificar y resolver los problemas de bloqueo. El mediador podría consultar igualmente otros actores financieros.

5.- Proposición del mediador. El mediador informará a la empresa de las soluciones propuestas. Si la empresa no las ve satisfactorias, podría solicitar la revisión del expediente.

Conferencia GAESCO





El pasado jueves 14 de abril pronunció una conferencia D. Jaume Puig de GAESCO en el Cercle d´Economia de Lleida, que fue presentada por D. Eugenio Egea Cristófol.